21 de enero de 2021

DESMONTANDO LAS FALSAS CREENCIAS EN TORNO AL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISMO

Nos ha parecido muy interesante este artículo publicado en la web de la Confederación de Autismo de España el 18 Enero 2021,  para seguir trabajando para mejorar el conocimiento social sobre el TEA y erradicar los mitos que aún persisten sobre el trastorno.

Son muchos los mitos que, a día de hoy, perduran en torno al trastorno del espectro del autismo (TEA). Desde Autismo España trabajamos cada día para acabar con ellos, incidiendo en la necesidad de “conocer para comprender”, porque solo desde el conocimiento de la singularidad y especificidad del TEA podremos comprender sus necesidades, dejar a un lado los prejuicios y conseguir el respeto que el colectivo merece.

Estas son algunas de las falsas creencias que persisten en torno al TEA:

1. "El TEA solo se presenta en la infancia". El TEA es un trastorno que acompaña a la persona a lo largo de toda su vida. Esta afirmación implica que hay personas con autismo en las diferentes etapas del ciclo vital: infancia, adolescencia y juventud, madurez y vejez. La sociedad es más sensible a los problemas de la infancia, pero no debemos olvidar que los niños crecen y se convertirán en adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos con TEA., y que todos necesitan reivindicar de igual manera el ejercicio efectivo de sus derechos.

2. "El TEA solo se presenta en hombres". Tradicionalmente se ha observado un mayor número de diagnósticos de TEA en hombres que en mujeres; de hecho, los datos de las investigaciones apuntan a que el trastorno se presenta casi cuatro veces más en varones. Pero esto no significa que el TEA no se presente en mujeres. De hecho, en los últimos años se ha incrementado de manera significativa el número de diagnósticos en niñas y en mujeres. La falta de información en el ámbito científico provoca también sesgos de género en la práctica profesional. Así, los diagnósticos en el caso de las mujeres se retrasan aún más que en los hombres, incluso cuando las manifestaciones son evidentes, existiendo un mayor riesgo a que reciban diagnósticos erróneos o poco precisos.

3. "Las personas con TEA quieren permanecer aisladas". Las habilidades de interacción social de las personas con TEA pueden ser distintas de las habituales, por lo que pueden tener dificultades para relacionarse con otras personas y para desenvolverse en determinadas situaciones sociales. Esto no significa que les guste vivir aisladas o que no tengan interés en relacionarse con los demás. A menudo, es el entorno el que no les facilita esa participación, porque no comprende ni se adapta a sus necesidades y características, generando al final rechazo social. Con los apoyos adecuados, la mayoría de las personas con TEA puede afrontar las demandas cotidianas y participar activamente en la sociedad.

4. "Las personas con TEA no se comunican". Como sucede con las habilidades para la interacción social, las personas con TEA pueden presentar alteraciones de las habilidades de comunicación, que pueden variar desde las que no emplean ningún lenguaje verbal hasta las que tienen habilidades lingüísticas fluidas, pero encuentran dificultades para utilizarlas en una comunicación recíproca. Esto significa, por tanto, que las personas con TEA sí se comunican, aunque no todas lo hacen de la misma manera, ni todas recurren al lenguaje oral. (algunas emplean otras formas de comunicación para las que precisan recursos de apoyo, tales como sistemas alternativos y/o aumentativos de comunicación).

5. "El TEA lleva asociada una discapacidad intelectual". El TEA se presenta de manera diferente en cada persona en lo referente a sus manifestaciones clínicas; lo mismo ocurre con el funcionamiento intelectual. Así, algunas personas con autismo pueden presentar discapacidad intelectual asociada, pero esto no puede hacerse extensible a la totalidad del colectivo.

6. "Las personas con TEA tienen habilidades especiales”. Los perfiles excepcionales suelen llamar la atención de los medios de comunicación, sobre todo de aquellos con tintes sensacionalistas. En lo referente a las personas con TEA, a menudo las series de televisión o las películas nos muestran personajes con talentos fuera de lo común o habilidades muy distintas de las habituales; pero, de la misma manera que no todas las personas con TEA presentan discapacidad intelectual asociada, tampoco es posible generalizar afirmando que todas tienen un talento excepcional. Estos comportamientos, que tanto llaman la atención de los medios de comunicación, tienen su explicación en el propio funcionamiento cognitivo de las personas que los manifiestan.

7. "Las personas con TEA tienen conductas agresivas". La agresividad no forma parte del autismo ni de otras discapacidades de tipo cognitivo. De hecho, la mayor parte de las personas con TEA son víctimas de situaciones de acoso, burla o agresión por parte de otros, y no quienes llevan a cabo este tipo de comportamientos. En los casos en los que una persona con TEA pueda mostrar una conducta inadecuada o una dificultad de autorregulación, es imprescindible analizar las circunstancias en las que esta se ha producido. Muchas veces, se deberá a los elevados niveles de estrés que experimenta, relacionados con las dificultades para manejarse en entornos socialmente complejos e imprevisibles, que no se encuentran adaptados ni son accesibles para el colectivo.